DESINSECTACIÓN – FUMIGACIÓN

Consiste en control de insectos voladores y rastreros como moscas, mosquitos, avispas, polilas, zancudos, pulgones, termitas, hormigas, cucarachas, chinches, pulgas, entre otros, y de arácnidos como arañas, garrapatas, ácaros y alacranes.
Este proceso se realiza aplicando insecticidas autorizados, piretroides de baja toxicidad y amplio espectro con máquinas especializadas en interiores y exteriores.
Las aplicaciones se pueden realizar, dependiendo de la plaga, con una periodicidad controlada para mantener el equilibrio ecológico y evitando la resistencia de plagas a los productos aplicados.
Las aplicaciones interiores deben considerar un tiempo mínimo de reingreso de dos a tres horas como mínimo.

DESRATIZACIONES

Este procedimiento consiste en el control de roedores, los que son vectores de múltiples problemas sanitarios; mediante la instalación de trampas con cebos que atraen y eliminan al animal que lo ingiere.
Estos se ubican en lugares estratégicos; stableciendo, generalmente, cercos perimetrales en construcciones o deslindes, los que impidan el reingreso de los roedores.
Para realizar un adecuado control se sugiere, idealmente, realizar controles periódicos para reposición de cebos consumidos, dañados o que hayan perdido su palatibilidad; para mantener alejadas a las colonias. Así mismo, es fundamental un adecuado aseo y mantención de residuos de forma cerrada impidiéndoles ser atraídos al alimento o desechos.

CONTROL DE PLAGAS- PROGRAMAS

Se ofrecen programas de control de plagas, establecidos de acuerdo a la necesidad de su hogar u empresa; donde se realiza un análisis y propuestas personaizada, con visitas períodicas lo que permite tener certificación de exigen los servicios de salud para instituciones.
Esta es una herramienta integral de prevención evitando costos sociales y económicos.

DESINFECCIÓN – SANITIZACIÓN

Consiste en la aplicación de productos en base a amonios cuaternarios de última generación, mediante pulverización o aspersión: Con esto se produce un efecto sanitizante y desodrante; bactericida, viricida y funguicida, lo que permite el control de elementos patógenos, responsables de enfermedades infecto-contagiosas como hongos, algas, virus y bacterias.
Estos productos, una vez aplicados, no producen toxicidad al ser humano, por lo que pueden ser utilizados con tiempos de reingreso más acotados.